Los primeros días de un proceso de rehabilitación son, para muchas personas, una de las etapas más desafiantes. El cuerpo, la mente y las emociones comienzan a reajustarse, y es común experimentar inseguridad, miedo o ansiedad frente a lo desconocido. Por eso, la contención emocional juega un rol fundamental en el éxito del tratamiento.
En Reencuéntrate hemos desarrollado un modelo de acogida diseñado especialmente para acompañar este periodo. Durante la etapa de inducción, cada persona recibe apoyo psicológico constante, rutinas que favorecen el descanso y una estructura que ayuda a recuperar la calma y la estabilidad interna.
“La contención emocional no solo reduce el estrés inicial, sino que también fortalece la confianza y facilita que la persona se entregue al proceso terapéutico,” señala [Nombre del Psicólogo/a Clínico/a], profesional del equipo de Reencuéntrate.
Además del acompañamiento clínico, los residentes participan en actividades que promueven la presencia y el equilibrio, como sesiones de respiración consciente, caminatas guiadas, espacios de conversación, y tiempos de descanso supervisado. Estas herramientas permiten conectar nuevamente con el cuerpo y regular la intensidad emocional propia de los primeros días.
La familia también cumple un papel importante. A través de reuniones de orientación, se les entrega información sobre el tratamiento, límites saludables y formas de acompañar desde un lugar respetuoso y colaborativo. Este apoyo conjunto reduce la sensación de aislamiento y promueve una red de contención más sólida.
El objetivo de esta primera etapa es uno: que cada persona se sienta segura, comprendida y acompañada. La rehabilitación es un camino profundo y transformador, y comienza con un espacio que acoge, cuida y sostiene.
En Reencuéntrate creemos que cada historia merece una oportunidad de cambio. Si tú o alguien que quieres necesita orientación, nuestro equipo está disponible para ayudarte a dar el primer paso.